Un porcentaje de españoles muy elevado tiene vivienda en
propiedad. Esto no significa que sea la mejor decisión frente a la opción de
alquilar, sino por otros factores, desde la desgravación por la compra hasta
los impuestos sobre el ahorro, pasando por circunstancias que dependen también
de las autoridades, desde el control de las rentas, que han desanimado durante
muchos la inversión en viviendas para alquilarlas, hasta un mercado laboral
rígido que desanimaba la movilidad geográfica de los trabajadores. Si estas
circunstancias cambian es posible que el porcentaje de personas que alquila
aumente, a lo que también contribuirá el final del largo boom inmobiliario y de
las grandes facilidades crediticias que lo alimentaron.
Pero además de la situación de la economía, empleo,
hipotecas y precios del metro cuadrado de la vivienda para alquilar o comprar,
esta decisión también depende de una vieja noción de la economía popular que
parece clara y no lo es tanto: es la idea de que siempre conviene comprar ya
que al cabo de 30 años de una hipoteca tenemos una casa, y si la alquilamos
durante esos 30 años al final no la tenemos. En algunos bienes llamados
duraderos, además los precios resultan disuasorios, en general es más barato
comprarse un coche que alquilarlo ( por no hablar de ir toda la vida en taxi).
El economista Juan Ramón Rallo advierte: pedir prestado el dinero para adquirir
una vivienda es una operación muy parecida a alquilar el dinero que usted necesita
para comprar la casa. Con ello quiero decir que quienes están hipotecados no
son los más adecuados para afirman que alquilar es tirar el dinero, pues ellos
alquilan no una casa, pero si la suma de dinero que han necesitado para comprar
la casa.
No se lance a comprar una vivienda por creer que está tirando
el dinero en el alquiler. No es así o, al menos, no siempre es así. Habrá que
comparar la rentabilidad de ahorrarse el alquiler con el coste financiero de
pedir prestado el capital necesario y, sobre todo, con el coste de oportunidad
de invertir ese capital en otros activos.
Extraído del Libro Economía para andar por casa.