Algunos bares cobran a sus
clientes hasta cuatro dólares por una botella de agua de medio litro y, sin
embargo, tienen siempre a disposición de los clientes cuencos llenos de frutos
secos salados. Dado que es más caro producir frutos secos que agua ¿ no debería
ser al revés?
Para comprender esta práctica, lo
fundamental es reconocer que las condiciones en que los bares ofrecen agua y
frutos secos están determinadas por el efecto de estos productos en la demanda
del producto principal de los bares, a saber, las bebidas alcohólicas. Los
frutos secos y las bebidas alcohólicas se complementan. Cuantos más frutos
secos se comen, más cervezas o combinados se piden. Puesto que los frutos secos
son relativamente baratos y cada bebida alcohólica tiene un margen de
beneficios relativamente algo, no cobrar por los frutos secos suele contribuir
a aumentar los beneficios de los bares.
En cambio, el agua y las bebidas alcohólicas son
productos sustitutivos. Cuanta más agua y beban los clientes, menos bebidas alcohólicas
pedirán. Por eso, aunque el agua es relativamente barata, los bares tienen
buenas razones para cobrar un precio alto por ella y así desincentivar su
consumo.Extraído del Libro El Economista Naturalista.
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